Sanación y Desarrollo Personal:
El Mi y El Yo
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Comprendiendo el Mi y el Yo
Vivimos en un mundo dual, donde nuestra percepción y entendimiento del universo están estructurados por la dualidad. Esta concepción nos lleva a comprender que coexistimos con dos cuerpos: uno físico y otro herético o energético, que se complementan mutuamente. A través de esta perspectiva, podemos explorar los conceptos de "el Mi" y "el Yo", dos aspectos esenciales de nuestra existencia.
El Mi: La Identidad en el Mundo Físico
El Mi representa nuestra identidad en el plano material. Es todo aquello que definimos como nuestro: nuestra casa, nuestro coche, nuestra profesión, nuestras relaciones y nuestra manera de ser. Este "Mi" es una proyección hacia el exterior, el reflejo de cómo queremos ser percibidos en el mundo físico.
Este aspecto de nuestra identidad se rige por comparaciones y dualidades constantes: felicidad frente a infelicidad, seguridad frente a inseguridad, y éxito frente a fracaso. En este ámbito, el juicio y la razón son las herramientas predominantes para entender nuestro entorno.
La razón, en este contexto, es la forma en que nuestra mente procesa y da sentido al mundo material. Sin embargo, es crucial reconocer que la mente, aunque poderosa, es solo un vehículo que nos permite transitar por este plano físico. En el mundo del Mi, lo más profundo que podemos alcanzar es la comprensión mental, pero esta comprensión no trasciende hacia lo espiritual o lo etérico.
El Yo: La Esencia Espiritual
Por otro lado, el Yo es esa parte intangible de nosotros mismos que carece de representación física. No puede ser percibida por nuestros sentidos tradicionales; solo puede ser experimentada a través de la conexión con lo etérico. El Yo reside en una dimensión más sutil, conectada con la zona arquetípica, donde la conciencia superior y la espiritualidad predominan.
La conexión con el Yo nos permite trascender las limitaciones del mundo físico. Es aquí donde accedemos a una conciencia más elevada, comprendiendo que formamos parte de un todo mayor. En esta dimensión, la dualidad se disuelve, y la percepción se alinea con el infinito del que somos participantes activos, no simples objetos.
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El Viaje de la Conciencia: Del Misterio al Mundo Físico
Nacemos desde la "zona del gran misterio" o "gran conciencia", un plano superior que nos envía al mundo físico con un propósito: mover la conciencia. Esta idea implica que nuestro objetivo en la vida no es solo experimentar, sino ser conscientes de que cada uno de nuestros actos contribuye al proceso evolutivo del universo.
Muchas veces, pensamos que somos meros espectadores de un plan cósmico, o incluso que este plan no tiene relevancia en nuestras vidas. Sin embargo, el mayor descubrimiento que podemos hacer como seres humanos es entender que somos participantes activos en este vasto sistema. No estamos separados del universo; somos el universo experimentándose a sí mismo.
El Mundo Físico: Un Universo de Reglas
El mundo físico, como una subcreación de esta conciencia superior, opera bajo normas y leyes universales. Estas leyes, conocidas como las 7 leyes fundamentales, rigen el equilibrio y funcionamiento de todo lo que existe en este plano. Al comprender y alinear nuestras vidas con estas leyes, podemos evitar el sufrimiento y vivir en mayor armonía.
Estas leyes son principios universales que guían la interacción entre el mundo físico y el etérico. Reconocer su influencia nos permite movernos con mayor fluidez en ambos planos, integrando el Mi y el Yo en una danza armoniosa.
El Mi y el Yo: Dos Caras de la Misma Moneda
La dualidad entre el Mi y el Yo no es una división, sino una complementariedad. El Mi nos da estructura y funcionalidad en el mundo material, mientras que el Yo nos conecta con lo eterno y lo trascendental. Juntos, estos aspectos nos permiten navegar por la experiencia humana con un propósito más profundo.
La clave está en encontrar el equilibrio: vivir en el mundo del Mi sin olvidar nuestra conexión con el Yo. Al hacerlo, no solo entendemos nuestro lugar en el universo, sino que nos convertimos en co-creadores conscientes de nuestra realidad.
De la Dualidad a la Unidad
Entender el Mi y el Yo nos invita a explorar nuestra existencia desde una perspectiva más amplia. No somos solo cuerpos físicos ni espíritus desconectados; somos una combinación de ambos, viviendo en un mundo de reglas físicas mientras participamos en un plan infinito.
La integración de estas dos dimensiones nos permite trascender la lucha interna de la dualidad, llevándonos hacia una vida más plena, consciente y en armonía con las leyes universales. Solo al reconocer y honrar esta dualidad podemos descubrir la unidad que subyace en todo lo que somos y hacemos.
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